FOTOGRAFÍA DE BODAS CON ENFOQUE CONSCIENTE EN MÁLAGA

Emociones auténticas y esencia humana.

Ni de coña quieres mil fotos

Cuando llega el momento de recibir las fotos de tu boda, es normal emocionarse. Pero, ¿realmente te imaginas recibiendo 1000 fotos del tirón? ¿Tienes tiempo para eso? Hoy te cuento por qué la cantidad de fotos no siempre es sinónimo de calidad y cómo un número más reducido de imágenes bien seleccionadas puede hacer que revivas cada momento sin decir, Dios! basta! no puedo más!

Ro Addict

10/22/20243 min read

Mensaje subliminal, bueno, directo: no quieres mil fotos

El otro día una novia me preguntó cuántas fotos entrego tras la boda. En mi presupuesto garantizo un mínimo de 300 fotos editadas, y parece que ese número suele sorprender a algunos. La novia me contó que otros fotógrafos le ofrecieron entre 600 y 800 fotos. Y, claro, ahí es cuando me di cuenta de que a veces se nos va la mano con la cantidad.

Una vez a una familiar mía le entregaron las fotos de su boda: ¡casi mil fotos! o más incluso, ya no recuerdo. Y no eran esas mil fotos preciosas que te imaginas. No, no, no... Eran fotos a mansalva, con gestos bastantes ¿¿¿que???, momentos que nadie querría recordar. Un caos grandecito.

Y sí, sé que algunos pensarán: "Pero oye, ¡1000 fotos! Qué bien, mejor, ¿no?"

Pues no, y te cuento por qué.

Punto Uno... Más no siempre es mejor, créeme.

A ver, recibir muchas fotos suena tentador. Parece que con 800/1000 fotos te están dando "más" por tu dinero. Pero ni mucho menos. Cuando te encuentras con una galería que parece no acabar nunca, las fotos empiezan a perder sentido. No todas las imágenes sirven. Al final, esas fotos terminan ocupando espacio en un disco duro que probablemente no vuelvas a abrir. Como esas series de seis temporadas que al final abandonas en la segunda porque ya no puedes más, sabes? Me pasó con Walking dead... Pues lo mismo con 1000 fotos de boda.

Un buen reportaje de boda no necesita cantidad, sino calidad. Menos fotos, pero bien elegidas y editadas. Cuando selecciono las imágenes que entrego, me centro en contar la historia de algo verdaderamente especial, destaco lo más importante. ¿Realmente quieres tener 20 fotos del mismo brindis desde ángulos diferentes? Yo creo que no.

Punto numero dos... Calidad frente a cantidad, en fotos y en la vida.

Cuando recibes 300-500 fotos, lo que te llevas a casa es un reportaje que realmente cuenta vuestra historia. Desde el principio y hasta el final pero sin ese exceso de imágenes que te hacen perder el hilo, seguro. Cada foto tiene su razón de ser y ha pasado por un buen proceso de selección y edición.

Y sí mis queridxs, sé que estamos en una era donde parece que cuanto más mejor, pero es que no es cierto! Piensa en esos grupos que tienes en WhatsApp llenitos de mensajes que no te da tiempo a leer. Pues lo mismo pasa con las fotos: si tienes tantas, al final no disfrutas de ninguna. Así que repito, Menos es más, y no solo en fotos de boda, sino en la vida misma.

Punto tres, El arte de contar una historia visual.

Cuando entrego tus fotos de boda, lo que realmente te estoy dando es una historia. No son solo fotos sueltas, son capítulos de un día que, cuando los ves uno detrás de otro, te transportan de verdad a ese momento. Si te doy 1000 fotos, esa historia se convierte en un sinfín de imágenes que te hartas de ver. Pero y ¿si te entrego las fotos justas y bien cuidadas? La cosa cambia, la historia fluye de manera natural, como las cosas buenas. ¿ O no prefieres ver una peli emocionante de dos horas que una trilogía de diez horas que no termina nunca? Bueno aquí habrá respuestas para todo, lo se.

Así que, ¿Cuántas fotos son las ideales?

La cantidad de fotos de tu boda no define su calidad. Entre 300 y 500 fotos editadas te permitirán revivir el día sin perder la esencia ni agobiarte con un exceso de imágenes. En lugar de pensar que más es mejor, piensa en lo que realmente querrás ver dentro de 5 o 10 años. 

Apostar por la calidad y por una buena historia siempre será la mejor opción.

Y esto, como en la vida misma, aplica para todo. No necesitas mil cosas para ser feliz, ni mil fotos para recordar tu boda. Con lo esencial, bien cuidado y bien elegido, es más que suficiente para disfrutar de cada momento. Así que la próxima vez que te hablen de 1000 fotos, sonríe y di: "No, gracias. Me quedo con la historia bien contada".

Y ahora que ya sabes lo que importa, hablemos de lo vuestro.

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