Fotógrafos de Bodas Pegajosos

El otro día hablaba con una novia sobre su boda.

Estaba encantada con cómo había ido todo, hasta que llegamos al tema del fotógrafo, y ahí es que se le cambió hasta la cara. Me contó, entre risillas, que el pobre se había tomado su trabajo tan a pecho que, en lugar de ser un espectador invisible, se pasó el día a su lado, pegado como una lapa. Y el agobio que llevaba ella por lo visto fue monumental.

Según ella, cada vez que giraba la cabeza, ahí estaba él, cámara en mano, intentando captar hasta el último parpadeo. Vamos, que si no llega a escaparse a escondidas un par de veces, tendría fotos hasta de su visita al baño.

La conversación me hizo pensar, bueno ya lo había pensado anteriormente pero ahora con más fuerza, en lo importante que es que el fotógrafo sepa cuándo acercarse y cuándo mantenerse en segundo plano. Porque no hay nada peor que sentirte perseguida en tu propio día, como si estuvieras en un reality show.

La novia me decía que ella quería unas fotos naturales, pero su fotógrafo por lo visto entendió “natural” como “a menos de medio metro de distancia" todo el rato.

Me hizo acordarme también de una boda en la que estuve (no como fotógrafa) hace poco y me acuerdo de ver a uno de los fotógrafos (por que a veces son hasta 5 personas que ya me parece multitud) y uno de ellos se metía dentro, absolutamente dentro! de cualquier momento que tuviesen los novios con sus invitados. Incluso en algun momento me pareció verle diciéndole como debía dar el regalo a la hermana en el mismo momento. No se... No se.. Rick...

Para mi un fotógrafo de bodas tiene que saber equilibrar cercanía y discreción; de lo contrario, acabas con un álbum en el que apareces tú… y el fotógrafo en todas partes, con un primer plano tuyo en cada pestañeo.

Habrá a gente que le guste, esto es como todo, ¡gustos varios! Pero para los que no, os cuento:

¿Cómo Evitar Acabar Atosigado por Tu Fotógrafo de Boda?

Para no acabar con un fotógrafo más pegado a ti que tu propia pareja, es clave hacerle preguntas claras cuando le entrevistas. Pregúntale por su estilo y escucha cómo responde. Si notas que tiene más interés en contar cómo va a capturarlo TODO que en entender cómo quieres sentirte tú, cuidado. Ese fotógrafo podría ser uno de esos fotógrafos pegamento, que terminan tan presentes en el día que parecen el invitado número 101.

Yo siempre recomiendo elegir a alguien que te haga sentir cómoda desde el principio, que te dé espacio y sepa desaparecer cuando es necesario para que disfrutes de cada momento. Porque, seamos sinceros, nadie quiere recordar su boda como el día en que no se pudo relajar porque tenía a alguien respirándole en la nuca.

En Mi Boda, el Fotógrafo No Puede Ser el Protagonista

Si estás buscando un reportaje de bodas en el que tú seas la protagonista y no te sientas como en un documental de naturaleza (con el fotógrafo acechando cada gesto), visita mi web. A diferencia de algunos fotógrafos que parecen trabajar en modo "reality show" (lo cual repito que puede ser perfecto para algún tipo de parejas) yo creo en capturar el día de forma natural, sin interrumpirlo. Porque al final, el mejor fotógrafo de bodas no es el que aparece en cada instante, sino el que sabe estar sin que apenas lo notes y aún así sacar unos buenos resultados.

¿Te apetece ver cómo trabajo?

Pásate por mi web, echa un vistazo a mis reportajes y decide si prefieres un fotógrafo que sabe dónde estar (y dónde no) en cada momento.

Porque el día es tuyo… y yo estoy ahí para capturarlo, no para robártelo.